
-
"El abrazo que se regalaron Francisco Camps y el fabricante de ataúdes Arturo Torró (portavoz del PP en Gandia) fue una macabra metáfora de las circunstancias de un presidente que baila con la tragedia. El trazo amargo de su sonrisa retrataba el peor día de su carrera política. Cualquiera es creíble en el llanto, pero colar una alegría como cierta en medio de la catástrofe es un delicatessen sólo al alcance de los inconscientes. No es el caso del ciudadano Francisco Camps."
-
Per suposat, paga la pena llegir-se'l sencer. I ah!, tampoc perdeu de vista l'article que avui signa Joan Garí per a Público: Vida y milagros del Tío Paco.
1 comentari:
Arabí és molt gran!!!
Publica un comentari a l'entrada